¡Este es un llamado a la reflexión, a la transparencia como personas, a lo que necesitamos construir y al ejemplo que debemos dar a las nuevas generaciones!Fotografia cortesia archivo personal S. Gomez Pinto
En mi corto trayecto he observado que podemos encontrar en el camino a personas muy preparadas para desempeñar la función que se proponen, sin embargo, ello no solo se define a través de la experiencia y la formación (bien sea académica o aquella que es fruto del perfeccionamiento para desempeñar una labor), desde mi perspectiva dicha situación debe ir compaginada con el análisis del perfil humano, ya que solo con este se dignifica y se le da un verdadero valor a las acciones.
Todo ese panorama me hace pensar en la hipocresía del servicio social que por estos días es común de cara a la contienda electoral.
La situación actual: las cartas están puestas sobre la mesa y aunque es claro que las elecciones tendrán ganadores y perdedores, aquella persona virtuosa, justa, dispuesta a ayudar, genuinamente comprometida con el bienestar social, debería hacerlo desde cualquiera de los escenarios políticos, al final el único perdedor debería ser el hipócrita que solo estuvo disfrazado temporalmente de buenas intenciones para ser elegido.
Desde hace mucho se propugna por el valor de las ideas (cuestión que es bastante significativa); sin embargo, el llamado de hoy es a examinar el perfil humano de la persona, el mérito con que van impulsadas las ideas, así como las acciones de aquellos que aspiran a ser líderes ¡Basta de hipocresía política!, necesitamos dirigentes que dignifiquen el valor de la comunidad y entreguen un mensaje distinto al ya cimentado por motivos de conveniencia.
Autor: Sebastian Gomez Pinto
Correcciones y ediciòn : L.Suesca Bustacara, L. Carreño Niño, O. Baron Niño
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