Para está redacción es sumamente triste el fallecimiento de la profesora Edermira Bonilla, acompañamos solidariamente a sus familiares, amigos y cercanos.
En una época en la cual se hizo obligatorio impartir clases de inglés en primaria, rudo reto para afrontar, máxime cuando no era para lo que se había formado; cosas que pasan en las precariedades del sistema de educación Colombiano, que siempre se ha quedado corto para las necesidades del alumnado, así como las de sus docentes; pero el tema no es ese, si, como lo afronto: intentar aprender una lengua que no era la suya en tiempo récord ( al menos lo fundamental).
Nuestros primeros pinitos de la afamada lengua de la globalización de la que ya empezaba hablarse en esos tiempos, fueron de la mano de la profe Edermira, lo que le agradeceré siempre.
Creo que para la época, bien podría ser considerada una profesora disruptiva, ya que la manera en impartía sus enseñanzas, no era la forma típica en la que solía hacerse, eso seguro fue un plus para todos nosotros sus alumnos y también el malestar para algunos padres de familia. En contraste fue una una de las últimas docentes en impartir clases de caligrafía, a más de uno se la hará familiar esos cuadernos amarillos de "tres rayas".
Algunos fueron partícipe de su compartir con gelatina y galletas que solía ofrecer con cierta frecuencia en su casa; ya que se cansaba de esperar que la Señora Directora aprobará el préstamo de la "sala de audiovisuales", sin más remedio nuestro cine escolar era la sala de su residencia. Tenía un ojo clínico para ver talentos y ponerlos en marcha. Descubrió bailarines, recitadores de poemas, escritores.
El cielo la llama justamente el día en que celebrábamos el día del Maestro en Colombia, seguro alla en la eternidad la recibieron con aplausos, con esos reconocimientos que en esta tierra por alguna y otra razón fueron esquivos. Los profesores de aquellas primeras etapas de la vida siempre deberían ser despedidos por lo alto. Gracias profe Edermira hasta el cielo.
Nota aclaratoria: Sala audiovisual de la Concentración Urbana Mixta de Guacamayas: un salón dotado de televisor grande, con sillas viejas y en desuso, formando entre si, un circulo. ( Guiño: seguro de ultima generación para la epoca.
Por Onel Barón Niño.
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